Folk Tale

Los Animales con peste

AuthorFélix María Samaniego
LanguageSpanish
OriginSpain

En los montes, los valles y collados de Animales poblados, se introdujo la Peste de tal modo, que en un momento lo inficiona todo. Allí, donde su corte el León tenía, mirando cada día las cacerías, luchas y carreras, de mansos brutos y de bestias fieras, se veían los campos ya cubiertos de enfermos miserables y de muertos. -¡Mis amados hermanos, exclamó el triste Rey, mis cortesanos! Ya veis que el justo cielo nos obliga a implorar su piedad, pues nos castiga con tan horrenda plaga. Tal vez se aplacará con que se le haga sacrificio de aquel más delincuente, y muera el pecador, no el inocente. Confiese todo el mundo su pecado. Yo, cruel, sanguinario, he devorado inocentes corderos, ya vacas, ya terneros; y he sido, a fuerza de delito tanto, de la selva terror, del bosque espanto. -Señor, dijo la Zorra, en todo eso no se halla más exceso que el de vuestra bondad, pues que se digna de teñir en la sangre ruin, indigna, de los viles cornudos animales los sacros dientes y las uñas reales. Trató la corte al Rey de escrupuloso. Allí del Tigre, de la Onza y Oso se oyeron confesiones de robos y de muertes a millones; mas entre la grandeza, sin lisonja, pasaron por escrúpulos de monja. El Asno, sin embargo, muy confuso prorrumpió: -Yo me acuso que al pasar por un trigo este verano, yo hambriento y él lozano, sin guarda ni testigo, caí en la tentación: Comí del trigo. -¡Del trigo!, ¡y un Jumento!, gritó la Zorra. ¡Horrible atrevimiento! Los cortesanos claman: -Éste, éste irrita al cielo, que nos da la peste. Pronuncia el Rey de muerte la sentencia, y ejecutola el Lobo a su presencia. Te juzgarán virtuoso, si eres, aunque perverso, poderoso; y aunque bueno, por malo detestable, cuando te miran pobre, miserable. Esto hallará en la corte, quien la vea; y aun en el mundo todo. ¡Pobre Astrea!


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