Folk Tale

La zorra y el caballo

Translated From

Der Fuchs und das Pferd

AuthorJacob & Wilhelm Grimm
Book TitleKinder- und Hausmärchen
Publication Date1812
LanguageGerman

Other Translations / Adaptations

Text titleLanguageAuthorPublication Date
De vos en het paardDutchM.M. de Vries-Vogel1940
La volpe e il cavalloItalian__
Cáo và ngựaVietnamese__
Hesten og rævenDanish__
The fox and the horseEnglishMargaret Hunt_
LanguageSpanish
OriginGermany

La zorra y el caballo

Tenía un campesino un fiel caballo, ya viejo, que no podía prestarle ningún servicio.Su amo se decidió a no darle más de comer y le dijo:

- Ya no me sirves de nada;mas para que veas que te tengo cariño, te guardaré si me demuestras que tienes aún la fuerza suficiente para traerme un león.Y ahora, fuera de la cuadra.

Y lo echó de su casa.

El animal se encaminó tristemente al bosque, en busca de un cobijo.Encontróse allí con la zorra, la cual le preguntó:

- ¿Qué haces por aquí, tan cabizbajo y solitario?

- ¡Ay!- respondió el caballo -.La avaricia y la lealtad raramente moran en una misma casa.Mi amo ya no se acuerda de los servicios que le he venido prestando durante tantos años, y porque ya no puedo arar como antes, se niega a darme pienso y me ha echado a la calle.

- ¿Así, a secas?¿No puedes hacer nada para evitarlo?- preguntó la zorra.

- El remedio es difícil.Me dijo que si era lo bastante fuerte para llevarle un león, me guardaría.Pero sabe muy bien que no puedo hacerlo.

- Yo te ayudaré.Túmbate bien y no te muevas, como si estuvieses muerto.

Hizo el caballo lo que le indicara la zorra, y ésta fue al encuentro del león, cuya guarida se hallaba a escasa distancia, y le dijo:

- Ahí fuera hay un caballo muerto;si sales, podrás darte un buen banquete.

Salió el león con ella y, cuando ya estuvieron junto al caballo, dijo la zorra:

- Aquí no podrás zampártelo cómodamente.¿Sabes qué?Te ataré a su cola.Así te será fácil arrastrarlo hasta tu guarida, y allí te lo comes tranquilamente.

Gustóle el consejo al león, y colocóse de manera que la zorra, con la cola del caballo, ató fuertemente las patas del león, y le dio tantas vueltas y nudos que no había modo de soltarse.Cuando hubo terminado, golpeó el anca del caballo, y dijo:

- ¡Vamos, jamelgo, andando!

Incorporóse el animal de un salto y salió al trote, arrastrando al león.Se puso éste a rugir con tanta fiereza que todas las aves del bosque echaron a volar asustadas;pero el caballo lo dejó rugir y, a campo traviesa, lo llevó arrastrando hasta la puerta de su amo.

Al verlo éste, cambió de propósito y dijo al animal:

- Te quedarás a mi lado, y lo pasarás bien - y, en adelante, no le faltaron al caballo sus buenos piensos, hasta que murió.


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