Folk Tale

Las bodas celestiales

Translated From

Die himmlische Hochzeit

AuthorJacob & Wilhelm Grimm
Book TitleKinder- und Hausmärchen
Publication Date1812
LanguageGerman

Other Translations / Adaptations

Text titleLanguageAuthorPublication Date
De hemelse bruiloftDutchM.M. de Vries-Vogel1940
Le nozze celestiItalian__
The heavenly weddingEnglish__
Le banquet célesteFrench__
ATU767
LanguageSpanish
OriginGermany

Las bodas celestiales

Un pobre mozo campesino oyó un día en la iglesia predicar al señor cura:

- Quien quiera ir al cielo, debe seguir siempre el camino recto.

El muchacho se puso, pues, en camino, siempre adelante, sin jamás torcer, a través de montes y valles.Al fin, llegó a una gran ciudad y fue a parar a la iglesia, donde se celebraba el divino oficio.Viendo aquella magnificencia, creyó nuestro mozo que había llegado al cielo y sentóse, radiante de alegría.Terminada la función, cuando el sacristán le dijo que se retirase, negóse él:

- No, yo no me marcho.Estoy muy contento de haber llegado, por fin, al cielo.Fue el sacristán al cura, a decirle que en la iglesia había un muchacho que no quería salir, porque creía estar en el cielo.Respondió el cura:

- Si lo cree así, dejémoslo.

Luego se dirigió al mocito y le preguntó si le apetecía trabajar.Contestó el muchacho que sí, y que estaba acostumbrado al trabajo;lo que no quería era marcharse del cielo.De esta forma, se quedó en la iglesia.

Al ver a la gente que se acercaba a la imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos, tallada en madera, y que se arrodillaban y rezaban, pensó:"Éste será Nuestro Señor,"y exclamó:

- ¡Señor, y qué flaco estás!Seguramente te hacen pasar hambre.Te traeré cada día la mitad de mi ración.

Desde entonces llevaba todos los días a la imagen la mitad de su comida;y he aquí que la estatua empezó a comer aquellas viandas.Transcurridas un par de semanas, la gente notó que la imagen crecía y engordaba, de lo cual se asombraron todos.El párroco no podía dar crédito a sus ojos, y un día se quedó en el templo, espiando al muchachito.Entonces pudo ver cómo partía el pan con la Virgen y cómo ésta lo cogía.

Al cabo de un tiempo, el chiquillo cayó enfermo y hubo de estar ocho días en cama.Al levantarse, su primer cuidado fue llevar la comida a la Madre de Dios.El cura lo siguió y oyó que decía:

- Señor, no te enfades si durante estos días no te he traído nada;he estado enfermo y no he podido levantarme.

Y es el caso que la imagen le respondió:

- He visto tu buena voluntad, y ella me ha bastado;el próximo domingo te invito a bodas.

El muchacho sintió una gran alegría y se lo comunicó al señor cura, el cual le pidió que preguntase a la imagen si le permitiría asistir a él también.

- No - respondió la imagen -, tú solo.

Entonces el cura se brindó a prepararlo y a darle la sagrada comunión, a lo cual asintió el niño.Y el domingo, en cuanto hubo comulgado, cayó muerto y celebró sus bodas eternas.


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