Folk Tale

La dama duende

Translated From

Frau Trude

AuthorJacob & Wilhelm Grimm
Book TitleKinder- und Hausmärchen
Publication Date1812
LanguageGerman

Other Translations / Adaptations

Text titleLanguageAuthorPublication Date
Vrouw TruiDutchM.M. de Vries-Vogel1940
Bà TrudeVietnamese__
HeksenDanish__
Frau TrudeEnglishMargaret Hunt_
Dame Trude (La sorcière)French__
LanguageSpanish
OriginGermany

La dama duende

Vivió hace mucho tiempo, en un país muy lejano, una linda muchachita curiosa, indiscreta y desobediente.Sus padres no conseguían sacar partido de ella, tan rebelde como era, y les preocupaba que siguiera creciendo sin poder domar su testarudez.Un día se dirigió a ellos con estas palabras:- Mamá, papá, he decidido ir a conocer a la famosa Dama Duende.

- ¡No vayas hija mía!, - Le advirtieron ellos - Pues su fama proviene de su maldad.Es una mujer siniestra que no guarda nada bueno y no será una visita provechosa para ti.- Sin embargo, - contestó la muchacha - yo he oído que es capaz de hacer prodigios y que dispone de poderes mágicos que le permiten realizar las mayores maravillas.¡Iré a conocerla!

De nada sirvieron las advertencias, súplicas y consejos de sus progenitores, y a la mañana siguiente la chiquilla partió en busca de la misteriosa Dama Duende.Caminando por la vereda que conducía a lo más recóndito del bosque, al fín halló la cabaña donde habitaba la extraña mujer:- Entra y cálmate, estás temblando como un ratoncillo asustado - Observó la enigmática Dama al verla.

- Señora, viniendo hacia aquí he encontrado a un hombre verde que me ha dado un susto de muerte - Explicó la muchacha.- No había razón para tanto miedo, seguramente sería un cazador.- Alegó la dama dulcemente.- También me topé con un hombre negro que me hizo temblar.- Sería un carbonero, no había motivo para temerle.- Razonó la mujer acercándose a la niña.

- Dama Duende, debo deciros que mientras venía hacia aquí para conoceros hubo otro incidente que me provocó mucho miedo:se cruzó en mi camino un hombre rojo.- A buen seguro era un carnicero:no había motivo para tu miedo.- Respondía la Dama Duende con paciencia.En su cara, una enigmática mueca comenzaba a perfilarse y su voz se tornaba más zalamera con cada palabra pronunciada.

- También me ocurrió, Señora, que antes de llamar a vuestra puerta atisbé por la ventana y ví al demonio en persona, echando fuego por la boca, con afiladas garras y lanzando estertóreos aullidos.- ¡Ja, ja, ja!- La dama no pudo evitar una sardónica carcajada, al tiempo que cambiaba su agradable y dulce aspecto por el de una horrible bruja, encorvada y fea.

- Lo único que viste - continuó hablando la mujer a la niña cada vez más espantada -, fue a la Dama Duende ataviada con sus mejores galas y luciendo su verdadero aspecto.Pero no te preocupes, porque llevo mucho tiempo esperándote y tu misión a mi lado va a comenzar en breve.¡Acércate a mi lado, que me alumbrarás!"Sin duda requiere mi ayuda,"- pensó la incauta niña.

Pero cuando se acercó a la bruja, ésta la convirtió en un tronco de leña que echó a la lumbre de la chimenea, y cuando ya había prendido con el fuego, la horripilante bruja se sentó cerca y dijo en voz alta:- ¡Esta si que da luz!¡Otra alma inocente en mi hoguera aumentará aún más mi poder!Y nunca más se supo de la curiosa niña y nunca se apagó la llama de aquel tenebroso hogar.


Text view